[EunHae] "MAXSTEP" (Parte III)

Ocho chicos estaban sentados en el camerino de Super Junior, mirándose nerviosos las caras.

- Chicos, todo va a salir bien, ya lo verán- la voz de Yesung tembló un poco al hablar. Al ser el mayor presente, sentía algo de (bastante) responsabilidad sobre sus hombros.

- Hyung…- Ryeowook miró inseguro a Yesung- se me antoja algo de helado…

- Wookie… ¿qué?- preguntó Yesung, riendo levemente, y al siguiente segundo, todos reían juntos, olvidándose de la situación en la que se encontraban.

- ¡Ryeowook!- se quejó Hae entre risas- No hables de helado. ¡El otro día tuve que comprar como dos litros porque Siwon dijo que tú querías comer, ¿y recién se te antoja ahora?!

Eso no hizo más que aumentar las risas de todos, en especial la de Eunhyuk.

*Flashback*

- Definitivamente… tienes más energía aquí- dijo Hae, sentado en el piso del baño.

Eunhyuk sólo se encogió de hombros, sonriendo también.

- Ahora sólo queda cenar para haber pasado la noche perfecta…- continuó el menor- Y decía en serio lo de enviar la ropa a la lavandería, no pienso lavarla yo mismo.

- Ay, Hae, tú no encuentras hora de madurar- rió Hyuk.

- Hablando de hora… ¿qué hora es?- Donghae buscó su celular en el bolsillo de su pantalón en el suelo, y al ver la pantalla gritó- ¡Hyuk, todos están aquí!

- ¡¿Qué?!- gritó el mayor.

- ¡Son sólo las ocho! ¡Todos deben estar despiertos, y nos deben haber oído! ¡Oh, demonios!- Hae estaba moviendo la cabeza frenéticamente de lado a lado.

- ¡Hae! No me asustes así- Hyuk suspiró aliviado- ¿En serio crees que haría todo esto con alguien dentro del departamento?

- Bueno…- el menor lo pensó un poco- supongo que no. La verdad no eres muy romántico en público… a menos que sea fanservice- añadió, y le guiñó un ojo al otro.

Eunhyuk se incorporó y estiró los brazos hacia Hae, para jalarlo, pero al momento de tirar de él, el menor gritó.

- ¡Ah!- Donghae se dejo caer de nuevo en el suelo- ¡Ah!- y después de gritar otra vez, se hizo un ovillo, abrazando sus piernas- ¡Duele!

El mayor se puso en cuclillas a su lado

- ¿Hae, qué te…? ¡Ay, Hae! Te dije que tenía que prepararte- acusó Eunhyuk, algo preocupado.

- Pudiste haberme insistido, ¿no?- Donghae intentó pararse de nuevo, esta vez solo, y más despacio, lográndolo al poco tiempo, y continuó hablando, olvidándose del dolor- Realmente hemos tenido suerte. ¿Te imaginas qué hubiera pasado si uno de ellos hubiera estado aquí y hubiera escuchado todo? Se fueron en el momento indicado…

- Claro, en el momento indicado- el mayor rió por lo bajo, sarcástico.

- Pero qué raro… Siwon me hizo ir al súper a comprar, porque dijo que Ryeowook se moría por helado, pero ahora se han ido, y…- Donghae volteó a mirar al mayor, y al ver su rostro riéndose, unió por fin los cabos sueltos- ¡Lee Hyuk Jae! ¡Fuiste tú!

- Ay, Hae. Por eso te digo, tú no creces.

- Hyuk Jae, ¿sabes cuánto helado he comprado? ¡Una tonelada! ¡Me debes dinero!

Eunhyuk rió ante los gritos del menor.

- Claro, Hae, lo que tú digas- y le dio un beso rápido en los labios.

*Fin de flashback*

- Chicos- una voz los llamó. Era el mánager, sonriendo, asomado desde la puerta- Jamás pensamos que un escenario en Sudamérica se llenara tanto. ¡Incluso ha venido gente de otros países! ¡Y sólo por el Music Bank! Por cierto- carraspeó- les toca en un dos minutos.

El nerviosismo volvió a apoderarse de los ocho jóvenes, hasta que Shindong habló.

- ¡Hyungs! ¡Chicos! No hay que olvidar lo que nos dijo Leeteuk-hyung…

El líder los había llamado cuando estaban en el aeropuerto de Seúl, a las seis de la mañana hora de Corea, para confortarlos, y les había pedido que tuvieran mucho cuidado, pero que también se divirtieran, siempre cuidándolos como una mamá.

- ¡Chicos, pensemos que es como el concierto en París!- añadió Eunhyuk- ¡Si lo hicimos ahí, claro que podemos hacerlo aquí!

- ¡Hey, un momento!- gritó Donghae- Siempre es Leeteuk-hyung el que nos da la señal para decir que somos Super Junior, pero ¿quién la va a dar ahora?

- Yo, por supuesto- respondió Kangin, resuelto- Teuki confía en mí más que en nadie.

- ¡Claro!- ironizó Sungmin- Como son novios…

- En realidad, debería ser yo- comentó Yesung mirando a la pared- Soy el mayor de todos…

- Hyung, te respeto mucho- dijo Eunhyuk- pero tú no tienes apariencia de líder.

- ¿Por qué no mejor yo?- preguntó Kyuhyun.

- ¡¿Tú?!- preguntaron todos a la vez.

- Kyu, ¿por qué deberías ser tú?- inquirió Sungmin.

- ¡Aigo, Min! Porque soy el menor de todos, claro.

- Mira, maknae- dijo Kangin- tú solo dedícate a tus videojuegos, ¿ok?

- No quiero- contestó Kyuhyun, riendo- Soy el menor, así que voy a decirlo…

- Chicos…- empezó a decir Shindong.

- ¡Ah, no, maknae! ¡Tú te quedas callado!- Kangin estaba sacando su lado furioso.

- Chicos…- volvió a intentar Shindong.

- ¿Saben qué? ¡Voy a hacerlo yo!- gritó Sungmin- ¡Porque soy el más tierno y punto!

- ¡Oh, no! ¡Eso no lo permitiré!- amenazó Yesung,

- ¡Yo tampoco, Min!- secundó Kyuhyun

- ¡Chicos!- gritó Shindong- Estoy llamando a Leeteuk-hyung al cuartel.

Todos guardaron silencio, mientras escuchaban el celular en altavoz de Shindong.

- Sí, buenos días. Cuartel de Gyeonggi, ¿en qué puedo ayudarlo?- dijo una voz al otro lado del teléfono. En Corea debía ser de mañana.

- Eh…- intervino Kangin- queremos hablar con el recluta Park Jung Soo, por favor. De la unidad 306.

- Ahora mismo los reclutas están entrena…

De pronto, el mánager apareció corriendo.

- ¡Chicos, un minuto!- y desapareció de nuevo. Todos se miraron angustiosamente.

- ¡Es una emergencia!- gritó Yesung.

- ¡Necesitamos al recluta Park AHORA MISMO!- Sungmin chilló desesperado.

- De acuerdo- contestó la voz monótona- Un momento…

Los chicos sentían el corazón salírseles por las bocas. Necesitaban oír a su hyung, que les diera esa sensación de seguridad, de que todo iba a salir perfecto, de que Kyuhyun no se iba a equivocar bailando, de que Ryeowook iba a alcanzar todas las notas, de que Donghae no se iba a distraer y olvidar lo que seguía… Los segundos pasaban tortuosamente. ¿Cuánto tiempo les quedaba? ¿Treinta, veinte, diez segundos?

- ¡Chicos! ¡¿Está todo bien?!- la voz de Leeteuk a través del teléfono generó un momentáneo suspiro de alivio general.

- ¡Hyung, danos la señal!- gritó Donghae.

- ¡Rápido, hyung, ya vamos a salir!- apremió Ryeowook.

- ¿Señal? ¿Qué señal?- preguntó confundido Leeteuk- ¿Están todo bien? Dijeron que…

- ¡Teuki, sólo di “un, dos, tres”!- insistió Kangin.

- Kangin- la voz del líder sonó amenazante- no me hables así.

- Lo siento, Teuki- Kangin bajó la cabeza, como si Leeteuk pudiese verlo.

- ¡La señal!- gritó Yesung, apretando la mano de Ryeowook debido a los nervios.

- Ya, ya ¿Están juntos todos?- preguntó el líder- ¡Un, dos, tres, somos Super Juni…!

- ¡… OR!- las voces de nueve chicos resonaron en la habitación.

- ¡Chicos, les toca!- se podía escuchar al mánager corriendo hacia ellos.

- Tenemos que irnos, Teuki- se despidió Kangin- Te amo, adiós.

- Yo también, Kangin- respondió Leeteuk- Sé que todos lo harán bien…

- ¡A otro lado con sus cursilerías!- pidió Donghae, abrazando a Eunhyuk, a punto de darle un beso y salir por la puerta.

- ¡Lee Dong Hae!- gritó el líder- ¡Respeta a tus mayores! ¡Y sé lo que estás haciendo con Hyuk Jae!

- ¡Hyung!- gritó Eunhyuk, sonrojándose, y soltando a Hae.

- ¡Hyuk!- reclamó Donghae molesto.

- ¡Es mi saldo!- se quejó Shindong, furioso.

- ¡Te amo, Teuk, adiós!- gritó Kangin, terminando la llamada.

- ¡CHICOS!- podría decirse que la voz del mánager se escuchaba en toda la Quinta Vergara.

Riendo y palmeándose las espaldas, los ocho miembros de Super Junior salieron trotando de la habitación, hacia un escenario en Viña del Mar, en Chile, donde más de 16.000 devotos fans consagrados los esperaban con ansiedad, portando en sus manos un mar azul zafiro, el color distintivo de un grupo que, después de siete años de trayectoria, daba su primer concierto en una ciudad de América Latina.

*

Horas después, Eunhyuk esperaba a que Donghae terminara de ponerse el pijama para echarse a dormir en la cama del hotel, después de un fabuloso concierto.

- Hae, apúrate, los ojos se me cierran...- el mayor no pudo reprimir un bostezo.

- Espérate, Hyuk- respondió Hae de mala manera, y reclamó, mientras luchaba con la parte superior del pijama- Mi cabeza no quiere entrar, tonto pijama…

Eunhyuk soltó una risita, que se transformó en una gran risa al ver la cabeza de Hae saliendo despeinada por el hueco de la tela. Donghae se enfurruñó, y se empezó a poner el pantalón.

- ¡Ah, cierto!- recordó el menor- ¿Es verdad que Hyoyeon tuvo un accidente mientras practicaban el baile de MAXSTEP?

- Ah, sí- Eunhyuk asintió, cabeceando- Estábamos bailando, y ella cayó mal después de un salto…

- ¿Y es verdad que TODOS pararon de bailar para ayudarla?- Donghae se sentó sobre la cama.

- Bueno, estaba en el suelo, obviamente nos preocupamos…- Eunhyuk hablaba despacio, por el sueño.

- ¿Y es verdad que uno de ustedes la cargó?- el menor enarcó una ceja.

- Sí, es que no se podía parar, y... – Eunhyuk volteó para saber cuánto le faltaba a Hae, pero en vez de eso, vio la mirada fulminante del menor- Hae, ¿por qué me estás mirando así? ¡No fui yo, por si acaso! ¡Fue Jong In!

- Ah, claro- murmuró Donghae- más te valía.

- ¿Qué?- Eunhyuk sonrió socarronamente- ¿Qué harías si hubiera sido yo el que la hubiera cargado?

- Bueno, no voy a negarlo, me hubiera puesto un poco celoso, pero sólo un poco. Y después…

- ¿Después qué?

- En la próxima reunión donde hubieran estado todos, TODOS: las SNSD, los DBSK, SHINee, las f(x), TODO EXO y SuJu… bueno, ellos ya lo saben, pero… ¡ah, sí! junto con los mánagers y la directiva…- sonrió amenazadoramente- te hubiera comido a besos sin importarme nada.

- ¡Hae!

- Es el precio del perdón por tu traición…- dijo melodramáticamente Donghae.

- Pero…- intentó decir el mayor.

- Sí, sí, yo también te amo- Donghae se inclinó sobre la cama y le dio un beso rápido en los labios a Eunhyuk, antes de desaparecer por la puerta del baño, dejando al mayor muy confundido.

- Entonces… ¿está molesto conmigo o no?- preguntó para sí mismo.

- ¡Que no!- se oyó la voz de Hae.

- Ah…- Eunhyuk sonrió, y se metió entre las sábanas, pero sin cerrar los ojos.

Repentinamente, el sueño se había desvanecido, y había dejado lugar para otra cosa… Esa noche iba a ser muy larga.