Título: Una típica tarde
Autora: NaM
Género: Romance, Yaoi
Ráting: PG-17
Pareja: Jonghyun & Key
Era una típica cena, durante una típica tarde en el
típico departamento de los brillantes y fabulosos SHINee.
El cielo estaba ya oscuro. Según el reloj de
TaeMin, eran las siete, pero los demás estaban seguros de que era más tarde. Se
hallaban sentados alrededor de la mesa de la cocina, y la comida se hubiese
desarrollado en silencio, si no fuese porque, a cada que usaba el cuchillo,
KiBum hacía que la vajilla de porcelana chirriara.
El resto no decía ni hacía nada, pero cada quien se
lo tomaba a su manera. TaeMin observaba de reojo a su hyung, mientras masticaba
lentamente. ¿KiBum estaba molesto? Miró a MinHo, a su lado, en busca de alguna
explicación, pero éste le sonrió reconfortantemente, por lo que el menor olvidó
por un rato el tema de KiBum.
MinHo, por su parte, estaba ignorando los sonidos que sacaba el plato de KiBum. Sabía que había algo molestando al mayor, y aunque no sabía qué era, sí estaba seguro de que no le incumbía, y que si preguntaba el motivo iba a ganarse unas cuantas miradas asesinas, por lo que pasaba el ruido por alto.
MinHo, por su parte, estaba ignorando los sonidos que sacaba el plato de KiBum. Sabía que había algo molestando al mayor, y aunque no sabía qué era, sí estaba seguro de que no le incumbía, y que si preguntaba el motivo iba a ganarse unas cuantas miradas asesinas, por lo que pasaba el ruido por alto.
Jin Ki tenía la vista clavada en su propio plato.
¿Era su imaginación, o el pollo estaba desapareciendo a una velocidad
increíble? Tal vez MinHo, a su lado, estuviese quitándole un poco sin que se
diera cuenta, tendría que vigilarlo. Le lanzó un intento de mirada de profundo
desprecio, pero, para su sorpresa, el menor le contestó con una sonrisa. Jin Ki
lo miró serio, y volvió la mirada a su pollo. A su otro costado, KiBum hacía
bastante ruido con sus cubiertos, ese chico ya debería haber aprendido a comer
bien.
Sólo quien estaba entre el mismo KiBum y el maknae
del grupo apretaba los dientes de cuando en cuando para evitar empezar a
gritarle al causante de aquellos molestos ruidos. “Calma, calma”, se repetía
JongHyun una y otra vez. ¿A qué tanto podría llegar KiBum cuando se lo
proponía? Podía sentir la mirada desafiante del menor en su cuello, aunque
estaba perfectamente seguro de que éste no lo estaba mirando.
Sólo quedaba una forma de evadir los chirridos del plato de KiBum. Tomando sus propios cubiertos con fuerza, empezó a comer lo más de prisa que pudo, para poder largarse cuanto antes, pero…
— Me voy— dijo una voz.
Todos levantaron la cabeza, y enfocaron la vista en
KiBum, que, con semblante serio, se ponía de pie y tomaba su plato de la mesa.
¿Era en serio? ¿KiBum había comido más rápido MinHo? ¿KiBum se había comido
todos los carbohidratos de la cena? ¿Todos?
— ¿Key?— preguntó cautelosamente el
líder, como tanteando el terreno.
Sin embargo, el menor no contestó, y caminó hacia el fregadero. Depositó su plato ya vacío dentro de él, y salió de la cocina a paso marcial, ignorando a quienes lo miraban extrañados.
— No agradeció…— murmuró TaeMin
inocentemente, mientras volvía a comer.
— ¡No tengo por
qué hacerlo!- oyeron chillar a KiBum desde la sala— ¡Yo hice la comida!
El maknae se quedó quieto y abrió muchos los ojos, sorprendido. Su hyung acababa de gritarle…
— Hyung…— dijo, con un hilillo de voz, y
un segundo después, KiBum entraba como un huracán a la cocina.
— ¡Taemiiiiiin!— gritaba— ¡Lo
siento, lo siento!— abrazó al menor por los hombros, y descansó su cabeza
sobre uno de ellos— No debía gritarle, lo siento mucho. Tú no tienes la
culpa.
— Hyung…— contestó el menor frunciendo
los labios, para luego sonreír— Está bien, Key-hyung, te perdono— con
sus brazos, TaeMin apretó los de KiBum— Espera, hyung, ¿de qué no tengo la
culpa?
— Ah…— contestó KiBum, frunciendo el
ceño, y arrastró las palabras— De que haya gente tan idiota en este mundo…
— ¡¿Me estás insultando?!— rugió una voz,
y se oyó el sonido de cubiertos cayendo sobre la porcelana de un plato.
Tres de las otras cuatro personas que había en la habitación miraron a JongHyun asombrados. Éste estaba más que molesto, se notaba a distancia. Tenía las manos apoyadas sobre la mesa, en una actitud amenazadora, resoplaba de la furia, y clavaba sus ojos en quien estaba detrás del maknae.
— ¿Jo-Jonghyun?— preguntó cuidadosamente Jin
Ki, de nuevo queriendo entender qué sucedía.
— Yo no he dicho
tu nombre…— contestó KiBum
con un tono despectivo y chasqueando la lengua— Pero si crees que estoy hablando de ti…— se encogió de hombros— Adelante, piensa lo que
desees.
— Suficiente— gruñó JongHyun, empujando su
silla y poniéndose se pie— Me largo de
aquí— ni siquiera se molestó en
llevar su plato (que aún tenía algo de arroz) al fregadero, si no que empezó a
caminar hacia la puerta de la cocina.
— Jonggiiie…— llamó KiBum con una sonrisa
“inocente” en el rostro— No has dicho
gracias aún…
— ¡Me vale un
pepino!— gritó JongHyun abandonando
la habitación.
— ¡KIM JONG
HYUN, VUELVE AQUÍ!— chilló KiBum
de pronto, soltando al maknae y saliendo a la cerrera detrás del nombrado— ¡QUE VUELVAS, KIM JONG HYUN!
El líder miró el lugar por el que JongHyun y KiBum había desaparecido. ¿Estaba haciendo algo mal? Si hasta hacía unas horas ésos dos se llevaban de maravilla… Tal vez fuese algún pequeño problema que KiBum había exagerado y al que JongHyun no había tomado importancia… De todas formas, si para la noche las cosas seguían así, pues entonces… No, no tenía ni idea de qué haría, pero como que al día siguiente iban a cenar pollo (y al siguiente... y al siguiente...) que ésos dos solucionaban sus asuntos.
MinHo hizo una mueca con la boca. Tomó sus cubiertos, y tranquilamente, volvió a comer de su plato. Ya se arreglarían los dos que acababan de salir. Después de todo, siempre lo hacían, ¿no? Sólo había que darles algo de tiempo, y cuando menos se lo esperaran, los verían hablando y actuando tan tranquila y campantemente como siempre.
Levantó la mirada hacia TaeMin, que tenía la cabeza ladeada, como si no entendiera nada. Bueno, eso era comprensible, TaeMin a veces era demasiado inocente. Chasqueó los dedos delante del maknae, llamando su atención, y le regaló una sonrisa, sonrisa que el menor correspondió.
— ¡SUÉLTAMEEE!— se oyó un grito grave desde
la sala, y los tres que se hallaban en la cocina dieron un respingo sobre sus
asientos.
— ¡AGRADECE POR
LA COMIDA!— y ése era
KiBum.
Jin Ki suspiró, y tomó sus cubiertos. Si no se apuraba el pollo se iba a enfriar. A su lado, MinHo se puso de pie, y asomó la cabeza por la puerta que comunicaba con la sala, para saber qué demonios estaba sucediendo allá afuera. Sin embargo, sólo alcanzó a ver dos manchas moviéndose antes de notar que algo negro se acercaba peligrosamente hacia su cara a través del aire. Metió la cabeza rápidamente, y un segundo después fue testigo de cómo su propio celular impactaba con la pared a su lado, y caía al suelo descuartizado.
— ¡Hey!— reclamó, agachándose para recoger
los trozos del aparato— ¿Quién…?
Pero no pudo acabar de formular su pregunta, porque escuchó cómo una tela se rasgaba, y cerrando los ojos, rogó internamente que no fueran las caras cortinas que habían comprado hacía menos de dos semanas.
— ¡¿VES LO QUE HACES?!
— ¡ME ESTÁS TAPANDO LOS OJOS, ¿CÓMO DEMONIOS
QUIERES QUE VEA?!
— Eh…— dijo MinHo, tragando saliva, y
caminando hacia el líder— Onew-hyung… ¿no crees que sería mejor… no sé…
dejarlos solos un rato?
— ¡Hyung, Key-hyung y Jonghyun-hyung se van a
matar!— apoyó TaeMin bastante alarmado.
— Chicos…— dubitativo, Jin Ki levantó la
cabeza de su plato— Miren, sé que parece que están fuera de control…
Las palabras del líder fueron interrumpidas por el sonido sordo de un vidrio al romperse, y unos angustiosos segundos de silencio provenientes de la sala. Por un momento, todo estuvo en perfecta quietud. Los pechos de las tres personas dentro de la cocina estaban inmóviles, conteniendo la respiración, y ninguno pestañeó. Pero pasado ese instante…
— ¡MUÉRETE, KIM
JONG HYUN!
— ¡¿CÓMO
DEMONIOS QUIERES QUE LO HAGA SI NO ME DEJAS LIBRE PARA TIRARME POR EL BALCÓN?!
MinHo no esperó a escuchar lo que contestó KiBum, si no que tomó de las muñecas al líder y al maknae, y los arrastró fuera de la cocina, directo a la puerta del departamento y sin siquiera mirar a los dos que se peleaban.
— ¡Nos vamos!— gritó, empujando al pasillo
del edificio a TaeMin y a Jin Ki.
— ¡¿VES?! ¡AHORA
POR TU CULPA SE ESTÁN YENDO!— MinHo oyó el
grito de KiBum a sus espaldas.
— ¡¿MI CULPA?!
¡TAL VEZ SI DEJARAS DE ROMPER TODO Y ACTUAR COMO UNA FIERA DESCONTROLADA NO TE
TENDRÍAN TANTO MIEDO!
— ¡REPIT…!
El resto ya no llegó a oírlo MinHo, ni ninguno de los que estaban con él. Caminó hacia el ascensor jalando a un dócil TaeMin y a un reticente Jin Ki, que se quejaba de no haber podido terminar su pollo.
— No te
preocupes, hyung— murmuró MinHo— Compraremos pollo afuera.
Con lo que el líder dejó de reclamar, y se dejó llevar como niño bueno hacia donde fuese que los estuviera llevando MinHo. Con tal que hubiese pollo, todo iba a estar bien.
***
— ¡REPITE ESO, KIM JONG HYUN!— gritó KiBum.
— ¡MIEDO, TE
TIENEN MIEDO!— contestó
JongHyun de igual manera.
— Shh…— dijo el menor, poniendo un
dedo sobre sus labios.
Se quedaron en silencio unos segundos, hasta que JongHyun preguntó con una sonrisa.
— Se fueron,
¿verdad?- a lo que KiBum asintió.
— Voy a echar
llave a la puerta- canturreó, y se dirigió a la entrada dando saltitos.
JongHyun se levantó del suelo, al que había caído durante la “pelea” con KiBum, y apartó con el pie los trozos de vidrio de los adornos rotos. Caminó hasta situarse detrás del menor, al que abrazó por la espalda, mientras éste se aseguraba de que nadie pudiese entrar durante las próximas horas.
— Eres malo— murmuró JongHyun en la oreja
del otro— Rompiste mi camiseta.
KiBum rió.
— El fin
justifica los medios— contestó en
voz baja- Tú fuiste el que dijo que hiciéramos lo que sea con tal de sacarlos
de la casa. Además…- añadió, girándose para quedar cara a cara con JongHyun— creo que no te queda mal.
— ¿Ah, sí?— contestó el mayor con una
sonrisa seductora, y acercando su rostro al de KiBum. Tomó los brazos del menor
y los puso alrededor de su cuello, para poder acercarse más a él— ¿Puedo yo también hacer lo
mismo contigo?
— Depende…— respondió KiBum, mordiéndose
el labio inferior, pero cambió de parecer al instante— Espera, no.
— ¿No?- inquirió
JongHyun sin entender.
— Aún no me has
dado las gracias por mi maravillosa comida— puntualizó el menor enarcando una ceja.
— Así que es
eso…— JongHyun bajó la cabeza,
hasta el cuello de KiBum, y depositó un corto beso sobre su piel— Tu comida estuvo deliciosa…— otro beso— exquisita…— otro beso— fantástica…
KiBum, que estaba apretando los dientes para no soltar algún suspiro, levantó la barbilla del mayor con una mano.
— ¿Como yo?— preguntó juguetonamente,
delineando con un dedo sobre el cuello de JongHyun— Delicioso… exquisito…
— Sí, contestó
el mayor con una sonrisa pícara— Pero tú eres
el postre… Y créeme que del postre me encanta repetir.
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