lunes, 30 de septiembre de 2013

Tiny as soft breeze

Título: Tiny as soft breeze (Pequeño como brisa suave)
Autora: NaM
Género: Romance, Yaoi, AU
Ráting: +15
Pareja: Joon Myeon x Yixing
Aclaraciones: Yixing es mayor que Joon Myeon.


Los mejores momentos son cuando Yixing toma su guitarra, y Joon Myeon se acurruca ente él y el instrumento, y vuelve a ser el niño de dieciséis que siente que siente a veces que no ha dejado de ser. La única diferencia a cuando se conocieron es que ahora el pecho de Yixing es más ancho, porque ya hace cinco años que él dejó de tener diecisiete, y ahora es todo un hombre hecho pero no derecho. Joon Myeon ríe al recordar las veces en que la madre del mayor se queja de que su hijo camina encorvado, pero Yixing sólo muestra ese hoyuelo en su mejilla, y continúa andando. Es la edad, bromea.

A Joon Myeon, sin embargo, no le gusta que diga eso. Le hace pensar que el mayor es más viejo de lo que es en realidad. No, él no es viejo, reclama Yixing. Y la madre de éste sólo suspira y niega con la cabeza, y continúan dando un paseo por el río. Joon Myeon dice que si Yixing se hace viejo, él se hará viejito con él, y el mayor sonríe, y le besa la sien sobre el cabello, que a Joon Myeon le gusta le cubra las orejas.

La dedos de Yixing tal vez se hayan tornado más ásperos con los años, pero no dejan de producirle a Joon Myeon esas pequeñas corrientes eléctricas cuando se deslizan sobre su piel, sobre su cuello, sobre su pecho o sobre su espalda. O sobre sus mejillas, acercándolo a su rostro para dejar un beso suave sobre sus labios. O cuando esos dedos bailan entre sus piernas, y Joon Myeon siente que la garganta se le seca entre tanto suspiro y jadeo.

Las buenas noches siempre son un momento especial. Yixing se echa sobre la cama, y atrae el cuerpo de Joon Myeon hacia el suyo, teniendo cuidado. El menor lo rodea con sus brazos, y ríe en el hueco de su cuello. Descansa, le pide Yixing, sonriendo, y el menor le devuelve la frase, acompañada de un beso. Siempre tardan en dormirse, principalmente porque Joon Myeon comienza a hablar, y Yixing no tiene corazón para negarse a la conversación. Hablan sobre un poco de todo, o de cualquier cosa, o a veces un poco de nada. Un poco de nada, ni una palabra, y se quedan observándose a los ojos, escudriñando en el interior del otro, buscando protección. Joon Myeon casi siempre cae dormido primero, a pesar de que es Yixing el que bosteza más. Pero el menor nunca se queda sin estar tapado por los cobertores, Yixing se asegura de ello. Le da un beso suave sobre la frente, y se acurruca a descansar.

Las mañanas son graciosas, casi siempre. Empiezan con Joon Myeon o Yixing abriendo los ojos, y despertando al otro. Entonces el mayor mira la hora, y dice que tiene que ir a trabajar, a menos que sea sábado o domingo. En ese caso, se quedan en la cama. Pero casi siempre es que ya son las siete, y que si no salen de la cama rápido no podrá llegar a tiempo a la oficina. Joon Myeon siempre frunce los labios. Llévame a la cocina, dice, haciéndose un ovillo entre las sábanas. Pesas, repone Yixing, mejor te llevo en la espalda. Así que asegura a Joon Myeon sobre él, y lo lleva a la cocina, al otro lado del único piso de la casa, donde lo deposita sobre una silla. El ritual del desayuno es siempre el mismo. ¿Qué quieres comer?, pregunta el mayor, y Joon Myeon contesta que lo que sea. Más tarde, cuando esté acabando lo que sea que haya preparado Yixing que, por cierto, habrá estado delicioso, al menor se le ocurrirá algo que quiere comer al día siguiente. Y al día siguiente ya se habrá olvidado de lo que dijo, y volverá a decir lo que sea. Pero Yixing sonreirá una vez más, y cocinará lo que dijo Joon Myeon el día anterior.

El verano es agradable, no hace mucho calor dentro de la casa. La primavera y el otoño también lo son, y aquello le permite a Joon Myeon esperar a Yixing tranquilamente, leyendo, haciendo ejercicio, resolviendo crucigramas o saliendo con la asistenta a hacer la compra, pasear al perro o hacer un poco de limpieza. Y en invierno, puede preparar algo caliente o seguir leyendo. Pero siempre que dan las doce Joon Myeon suspende lo que sea que esté haciendo, y cierra los ojos. Las palabras se forman silenciosas en su mente, y juntando las manos, da gracias. Y luego continúa.

No hay día, al menos que Joon Myeon sepa, en que Yixing no regrese con una sonrisa. La cena transcurre tranquila, varias veces con amigos a los que el menor ha invitado o la madre del mayor. Yixing dice que es alegre comer con gente, pero que también es feliz comiendo sólo con Joon Myeon, porque puede ponerse todo lo cariñoso que es. Hay cuando pone música, lenta, y lleva al menor al sofá, donde lo echa sobre su pecho, y le acaricia el cabello mientras canturrea en voz baja. Y hay veces en las que simplemente se sienta al lado de Joon Myeon, y cruzando los brazos sobre la mesa y apoyando su mentón sobre sus éstos, se queda mirando fijamente al menor. Joon Myeon siempre se deshace en murmullos, diciendo que si el mayor lo está mirando de esa manera entonces no puede comer. Pero lo que murmura se transforma en lo que suspira, cuando Yixing se inclina sobre él y lo besa, delicado.

Hay veces en las que hacen tonterías. Como el sábado en el que Joon Myeon le contó a Yixing que había unas latas de pintura llenas a medias, debajo del estante de la lavandería. El mayor las llevó a la sala, y preguntó si deberían pintar algo en la pared. Sólo la idea escandalizó a Joon Myeon, que argumentó diciendo que la pared había sido pintada hacía un mes, que ellos de seguro pintarían horrible, que lo iban a estropear, que el estilo de la habitación, los colores cálidos y la luz que entraba por la ventana. Pero ignorándolo, Yixing mojó una brocha, y trazó una línea curva azul. ¿Ves? Quiero pintar un cielo. De seguro lo pintas horrible, se enfurruñó Joon Myeon. Deberías intentarlo, replicó Yixing, déjate volar. La última palabra caló hondo en el menor. Bien, resopló, y mojando una brocha delgada en pintura naranja oscuro y dirigiéndose al otro extremo de la pared, empezó a dibujar. Meticuloso, concentrado, detallado. Et voilá!, una hoja de otoño. Vuelan bastante, explicó Joon Myeon, dando unos últimos toques en una tonalidad más oscura. Una hora más tarde, manchados de pies a cabeza de colores, después de lo que empezara con el mayor dándole a Joon Myeon una inocente pincelada en la nariz, ambos salieron a la calle. Así como estaban, de colores, con sonrisas en la cara. Y Yixing corrió por la calle, con Joon Myeon gritando de alegría.

También están los momentos maduros, en los que el menor demuestra que puede ser la fortaleza emocional de Yixing. Cuando visitan al padre de Yixing en el asilo, o cuando fue invitado a renunciar por parte de la empresa en la que trabajaba, debido a la reducción de personal de ésta. O los primeros meses en la nueva casa, en los que pagar las cuentas no era tan fácil como habían pensado, o cuando la madre de Yixing tuvo que ser operada de emergencia. Pero sus manos unidas parecen poder superar todo, parecen hacerle frente decididas a lo que se venga. Y los ojos del otro siempre acaban constituyendo el hogar más cálido que pudiesen imaginar, con el cuerpo estrechado entre sus brazos.

Joon Myeon detesta estar sentado tanto tiempo, pero no se queja cuando Yixing está cerca. Lo llama, y poniéndose de pie, lento, se recuesta sobre el mayor. Yixing lo molesta, ¿quién es el meloso ahora? Pero Joon Myeon no contesta, y se balancea suavemente, mientras la brisa de la ventana que no le gusta cerrar los envuelve. Sus risas son cálidas, niñas, y siempre hay travesura y cariño, inocencia y madurez, gracia y sentimiento, sinceridad, todo ello mezclado. E interiormente, uno piensa que la sonrisa del otro es ese rayo de sol, esa tranquilidad, ese pedazo que faltaba en su vida antes, y se pregunta cómo no pudo notarlo antes. Y viceversa.

El menor gime largamente, mientras, sobre él, Yixing besa su cuello, sus hombros y su pecho. El movimiento es lento, dándole a Joon Myeon el tiempo suficiente para subir un poco al cielo con cada vaivén, recuperarse, y ser consciente de su ascenso al siguiente golpe. Y se aferra a la espalda del mayor cuando siente que ya no puede más. Yixing jadea, y limpia torpemente con las manos el sudor de la frente del menor, el sudor de la cara y del cuello. Besa una vez más los labios de Joon Myeon, que lo reciben con una sonrisa exhausta. Y se tumba pegado a él, no sea que luego sientan frío. El menor se revuelve cuidadosamente hasta hallar una posición cómoda, y después de que Yixing se acople a él, ambos caen en una nube gaseosa transparente, una niebla con olor al otro.

El menor tiene la vista clavada en el sol que se oculta en el horizonte, allá a miles de kilómetros. Yixing tiene las manos en sus hombros, así que Joon Myeon no puede ir hacia las escaleras que llevan a la playa sin que antes el mayor lo detenga. Éste lo mira de reojo, y lo ve suspirar. Allá, arriba, las gaviotas vuelan, sin que nada ni nadie se los impida. Prometo tener cuidado, dice de pronto Joon Myeon. Yixing mueve la cabeza, negativamente. Es peligroso. El menor le recuerda que ya lo han hecho antes, y Yixing le recuerda a su vez que en esa ocasión estuvo a punto de resbalar cuando ya llegaban a la arena, y casi se lleva al menor en su caída. No. Joon Myeon cierra los puños, y murmura que ya deberían ir yendo. Yixing asiente, y le quita el seguro a las puertas del auto, que está detrás de ellos.

Yixing, Yixing. Yixing. Joon Myeon sigue moviendo el brazo del mayor, pero éste parece estar sumergido en su ambiente narcótico de sueño, y no contesta. Al fin, abre los ojos con parsimonia. ¿Qué sucede?, pregunta, pero al ver el rostro del menor, con lágrimas, se despierta lo suficiente. ¿Qué sucede, Joon Myeon? Tuve una pesadilla. ¿Quieres contarla? Joon Myeon asiente, y le relata todo; la mafia dedicada a abastecer de perros a científicos desalmados, las torturas… Cuando acaba, la parte superior del pijama de Yixing está mojada, pero eso no importa. El mayor lo abraza, y acariciándole la cara, repite: fue sólo un mal sueño, todo está bien, fue sólo un mal sueño…

Los días de lluvia son un lujo que pocas veces Joon Myeon se permite. Adora dar vueltas y sentir el agua golpear su piel, pero Yixing está más preocupado en el resfriado, en que se van a enfermar, en que en cuánto tiempo llegarán a casa y… Y Joon Myeon ya le ha jalado la mano, y le está llevando al centro del parque, porque él no puede dar vueltas solo. Así que Yixing se resigna, y da vueltas con él. Y luego el mayor lo abraza, y Joon Myeon siente la lluvia y siente el olor de Yixing, el aliento de Yixing, las palabras de Yixing y las manos de Yixing. Para él, son sólo la lluvia y Yixing.

Ríen tontamente en cuanto llegan a la puerta de la casa, y Joon Myeon golpea sus muslos al ver los intentos fallidos del mayor de meter la llave en la cerradura. No te rías, exige Yixing, alargando la última sílaba, pero riendo él también. Joon Myeon dice que cómo es posible, si sólo han tomado un par de copas. Y Yixing se da de cabeza contra la puerta, y rie, ríe y ríe. Y se cae en el suelo, y los dos siguen riendo. Y el menor intenta palmearle la espalda, y termina cayéndose sobre él. Y las risas terminan de pronto, de parte de ambos, por la expresión que se refleja en el rostro de Joon Myeon. Se ha golpeado la cabeza. Yixing espabila, y abre por fin la puerta, preocupado. Levanta el cuerpo del menor y avanza hacia la habitación. Pero para cuando han llegado, Joon Myeon no quiere dejarlo ir ni siquiera a cerrar la puerta de la calle. Está sonriendo, y dice que el dolor ya ha pasado. Yixing frunce el ceño, y pregunta si es verdad. Es verdad. ¿Seguro? Seguro. El mayor suspira. Bien, sólo dame un minuto y regreso. Joon Myeon asiente, y empieza a gritar desde sesenta hasta uno, como un niño pequeño, y en su intento de correr, Yixing se tambalea, y farfulla al aire que Joon Myeon no es sino un niño caprichoso. Más tarde, la rutina de la hora de dormir vuelve a ser la misma, y sus vidas retornan a esa calma amorosa de la que se alimentan día a día.

La madre de Yixing tiene la puerta siempre abierta para ellos. Dice que es porque así son las madres, y Joon Myeon se pregunta si la suya hubiese dicho o hecho lo mismo. Pero no hay mucho tiempo antes de sumergirse en recuerdos, porque Yixing lo ha ayudado a acomodarse en el sofá frente al televisor, y están los tres jugando en la consola. La madre de Yixing es la primera en perder, como siempre, y se excusa diciendo que las madres no saben de esas cosas. Yixing le da un beso en la mejilla, y termina de aniquilar al personaje de Joon Myeon. El menor frunce los labios, esquiva el rostro al beso que iba a darle el mayor y empieza a conversar con la madre de éste sobre comida sana. Yixing rueda los ojos, y empieza a hacerle cosquillas, teniendo cuidado de no hacerlo caer del mueble. La madre del mayor sonríe, y cuando el teléfono suena de pronto, dice que son los resultados de sus exámenes médicos. Por cierto, chicos, ustedes ya se habrán hecho el chequeo anual, ¿no?


Las visitas a la clínica no son bienvenidas por parte de ninguno. Yixing dice que el doctor siempre le hace abrir mucho la boca, y que le hace quitarse la camiseta y que hace frío. Pero se calla cada vez que es Joon Myeon el de la cita médica. En esos momentos, trata al doctor como si fuera el héroe de una historia, y el menor enarca una ceja, sentado sobre la camilla. No dejas de ser un niño, murmura Yixing, saliendo del edificio. Claro que sí, ahora soy un adulto de veintiún años, replica Joon Myeon, y ahora quiere un helado. Y el mayor enseña sus dientes claros y sus ojos se entrecierran, conforme su sonrisa se amplía, y empuja la silla de ruedas de Joon Myeon hacia la heladería más cercana.

1 feedbacks:

  1. Sabes que estos es mio no? -mode posesive ON-
    Y tambien ya te dije por WA que te amo y que te odio cierto?
    Te adoro porque esto a sido precioso! <3 nunca en mil años me hubiera imaginado a SuHo dependiente de Lay - yo crei que era al reves- y te odio - en una minima parte- por haberlo hecho LayHo - conoces mis principios xD - aun a pesar del amor/odio te adoro mas! Esto ha sido hermoso!! Aunque haya tenido que esperar hasta la....¿medianoche? para leerlo pero realmente valió la pena :D Esto es mio! - se lo roba-
    Estoy esperando mi KrisYeol - huye-
    Un hámster que te adora <3
    C.L.H

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