A de Abrazar ~hasta quedarse sin aire

Título:  A de Abrazar ~hasta quedarse sin aire

Autora: NaM

Género: Romance, Yaoi

Ráting: +10

Pareja: Kai & D.O.

— ¡Ven aquí!— gritó Jong In, persiguiendo a Kyung Soo.

— ¡No!— respondió el otro con una sonrisa en el rostro, esquivando muebles, lámparas, adornos y personas.

En menos de tres segundos, y con una risa “malévola” —Según Jong In, en Kyung Soo nada podía ser malévolo por completo—, el mayor llegó a la habitación que compartía con Jong In, y entrando, cerró la puerta con seguro.

— ¡Ábreme!— gritó Jong In, aporreando la madera.

— ¡No, yo ya lavé la vajilla anoche!— se oyó a Kyung Soo al otro lado.

— ¡Oh, vamos!— Jong In se sentó apoyado en la puerta, y se cruzó de brazos— ¡Me quedaré aquí hasta que salgas!

— ¿O si no qué?

— O si no…— Jong In lo pensó un rato— ¡O si no te daré un abra…!

— ¿Cómo, si estoy acá adentro?

— … ¡Rayos!

Kyung Soo rió, y empezó a cantar a voz en cuello, sabiendo que con eso molestaría al menor. La habitación estaba desordenada —típico de Jong In, sin duda—, por lo que poniendo algo de música, empezó a recoger la ropa tirada.

Habrían pasado ya por lo menos veinte minutos, cuando Kyung Soo se percató de que ya no oía la voz de Jong In. El menor había estado pidiendo que le abriera la puerta, pero Kyung Soo se había negado en todas las ocasiones, con sonrisas traviesas ajenas en los labios. Dejó un montón de ropa sobre la cama de Jong In, y se acercó a la puerta, tocando suavemente.

— ¿Kai?

Nada.

— ¿Kai, estás ahí?

Nada.

Kyung Soo sacó su teléfono móvil del bolsillo y empezó a presionar la pantalla táctil con rapidez. Acto seguido, se arrodilló junto a la puerta y pegó la oreja a ella, y esperó.

Nada.

Ni una sola vibración que indicara que Jong In había recibido el mensaje que le había enviado —una letra “A”, porque estaba impaciente por saber si Jong In seguía fuera haciendo guardia o no.

Frustrado, Kyung Soo se puso de pie, y frunció los labios sin darse cuenta. ¿En verdad Jong In se había rendido tan fácilmente? Con un resoplido, abrió la puerta de la habitación y dio un paso afuera, buscando al menor.

— ¡Kim Jong In, como hayas…!

¡PUM!

Kyung Soo cerró los ojos por el impacto, que sintió en toda la espalda, pero que, extrañamente, no le dolió. Había algo blando entre su cabeza y la pared, y algo grande aprisionándolo contra ésta.

— ¿Qué…?— masculló.

— Eres malo— escuchó, y al abrir los ojos, encontró a los de Jong In mirándolo infantilmente, con un puchero en la boca— Te digo que yo ya lavé los platos en el desayuno.

— ¿Q–Qué?— farfulló Kyung Soo, que no sabía si reír o empujar a Jong In— ¿Y por qué tengo que hacerlo yo?

— Antes ibas a hacerlo tú porque Suho—hyung me dijo que te dijera— contestó Jong In— pero ahora vas a hacerlo porque él y Sehun se han ido, y no hay nadie más que pueda hacerlo.

— Hazlo tú.

— No.

— Pues yo tampoco voy a hacerlo.

— Bien.

Sus miradas se mantuvieron en contacto firme por largos segundos, ninguna dispuesta a ceder. Ni un movimiento, ni un pestañeo, sólo la respiración de ambos, que chocaba contra la boca del otro.

— Vamos— dijo de pronto Jong In, suavizando la expresión de su cara— Hay que hacerlo juntos.

Kyung Soo, sin embargo, se resistió un poco más.

— ¿Qué me darás si te ayudo?

— Hmm…— Jong In ladeó la cabeza, pensativo— Le diré a Suho–hyung que compre fideos para la cena. Así no cocinas, y comes algo que te gusta.

— Lindo detalle, Kai— ironizó Kyung Soo, sabiendo que de todas formas Jong In iba quien más iba a disfrutar la comida.

— Lo que me recuerda…

Jong In sacó su mano de atrás de la cabeza de Kyung Soo, y lo dejó libre. Eso, sólo un instante, porque al siguiente segundo estaba apretando al mayor entre sus largos brazos, estrechándolo contra sí.

— ¡Suelta, suelta…!— plañía Kyung Soo, intentando separar al menor de su cuerpo, en vano. Jong In era más fuerte— ¡Kai!

— ¡No!— respondió simplemente Jong In, y continuó apretujándolo.

— ¡Kaii…!— intentó Kyung Soo zafarse de nuevo, sin resultados.

— Me lo debes, hyung, por no querer abrirme la puerta.

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