Título: Sweet n' Treat
Autora: NaM
Género: Romance, Hetero, Drabble
Ráting: +10
Pareja: Baekhyun & Chica
—
Es imposible— masculló Baek Hyun, soltando el cernidor, haciendo que la harina
que en él quedaba volara, y se formara una delgada nube blanca entre ellos.
— Utilizas demasiada fuerza— comentó
ella, cogiendo un trapo húmedo de un colgador al lado del refrigerador, y
poniéndoselo en las manos al chico— Hazlo más suave.
— Es que no es sólo la harina— se
quejó él, empezando a limpiar— Primero hay que separar las yemas de los huevos
de las claras, ¿pero acaso te dicen cómo hacerlo? No. Luego, lo de batir hasta
que esté espeso. ¿Qué tan espeso quiere decir? ¡Ah, y me faltó lo
de leche. "Eche de a pocos", ¡¿pero cuánto es "de a
pocos"?!
— ¡Baek!— llamó ella sonriendo—
Llevas limpiando la misma parte de la mesa todo el rato...
— ¿Lo ves?— resopló Baek Hyun
soltando el trapo y lanzándose a los brazos de ella— Soy un desastre...—
murmuró.
Ella
rió suavemente, y enterró sus dedos entre los cabellos castaños de él. Sabía lo
tensionado que estaba, con todo lo que la fama le había traído. Hasta hacía
unos meses había sido tan sólo Byun Baek Hyun, el chico "acosador" al
que ella también "acosaba"... Enamorados principiantes, para resumir.
Él tenía sus ensayos en la empresa en la que era trainee y en la que pronto
debutaría con otros chicos, claro, pero eso no les impedía verse casi todos los
días. Luego, con las prácticas de las canciones ya definidas para el mini—album
que el grupo iba a sacar, Baek Hyun empezó a pasar más tiempo en el edificio de
la empresa. No sólo quería que su voz estuviese en las mejores condiciones
posibles, si no que también debía progresar en cuanto a baile. Pero aún así
hallaban el tiempo necesario para estar juntos.
Pero
desde el debut oficial de EXO... Desde abril sólo se habían visto en dos
ocasiones, y ambas veces había sido tan corto el tiempo que se les había pasado
sin decir casi nada. Incluso en el cumpleaños de él, sólo habían podido
encontrarse en la casa de ella un rato.
Y
ahora, después de dos meses, en los que él seguía promocionando
"MAMA" y presentándose en mil shows y en mil programas de televisión,
había encontrado, por fin, un sábado en la tarde libre. No había dudado ni un
instante en llamar a su madre y decirle que iría a almorzar, y la había llamado
a ella después para decirle que iría como a las seis.
Ya
eran más de las siete, y la masa del pastel de mango seguía hecha una
viscosidad en el recipiente blanco, con los trozos de fruta cortados en tamaño
desigual en un plato al lado, listos para una decoración que por el momento se
veía muy lejana.
—
¿No podemos hacer algo más fácil?— preguntó Baek Hyun— Como ver una película...
—
Tengo una idea— dijo ella, separándolo— Tú ve a alquilar una, y luego ve por
bebidas y palomitas para micro—ondas y yo terminaré el pastel, ¿sí?
—
¿Cómo vas a terminarlo en menos de diez minutos?— inquirió él, enarcando una
ceja.
—
Créeme, puedo hacerlo.
—
Apostemos— dijo él, cruzándose de brazos— Tú dices que sí y yo digo que no.
¿Qué se lleva el ganador?
Ella
lo pensó unos segundos.
—
Un pedazo grande de pastel.
—
Y un beso— añadió él.
Ella
frunció el ceño, traviesa.
—
Hecho.
***
Baek
Hyun tuvo que admitir la derrota cuando, luego de ocho minutos con treinta y
dos segundos en los que salió de la casa, entró a la cocina, y encontró el
horno con la luz interior encendida, gracias a la cual podía verse el molde
redondo de metal ahí dentro.
Rayos.
—
¿Baek?— dijo ella desde la entrada
—
Aquí estoy— contestó él, haciendo un puchero y dejando las compras en la
encimera.
—
¿Qué película has alquilado?
Él
sacó la caja del CD de una de las bolsas, y se la mostró.
—
¿"Capitán América"? ¿Es en serio?— preguntó ella, frunciendo la
nariz— Baek, esta sería la cuarta vez que la vemos.
—
¡Y eso es genial, así podemos comentarla!— respondió él— Anda, anda, ve a
ponerla mientras hago las palomitas.
Casi
una hora después, la película había sido dejada de lado por "Volver al
futuro III", que Baek Hyun había encontrado emocionado en un canal.
—
¿Baek, no te cansas de verla?
—
¿Tú sí?
—
Me gusta, pero...
Él
rió.
—
Pero la has visto hace poco, ¿verdad?— él completó la oración.
—
Hace dos días— puntualizó ella— Están dándola todo este mes.
—
La verdad, yo la vi ayer— repuso él, algo avergonzado— Pensé que tú querrías
verla, por eso lo dejé en ese canal.
Ella
se dio cuenta del tierno gesto de él, y estaba a punto de darle un abrazo
cuando oyó el timbre del temporizador en la cocina.
—
¡El pastel!— gritó, levantándose del sofá, mientras Baek Hyun hacía un puchero
por el cariñito que nunca había llegado.
***
—
¡Me encantaaaaaa!— gritaba Baek Hyun, con la boca llena.
Ella,
sin embargo, suspiró, y dejó la cucharilla sobre el plato, al lado de su pedazo
de pastel, del doble de tamaño del de él.
—
Creo que está muy dulce, se me debe haber pasado el azúcar...
— ¿Dulce? Oh, vamos— él tomó un poco
del pedazo de ella— ¡Está genial!
Ella hizo una mueca.
— Baek…
— No te miento, es en serio— contestó
él, leyéndole la mente— ¿Y sabes qué es lo mejor? Que lo hicimos los dos.
Ella hizo un último puchero antes de
sonreír, y dejarse envolver por los brazos de él.
— Pero tienes que admitir que el azú…
— ¡Mira, mira!— gritó él, corriendo
hacia la sala— ¡Tengo ojos de mango!
Ella lo siguió y entendió. Baek Hyun
tenía dos mangos, uno en cada mano, cubriendo sus ojos.
— ¿Ya me viste?— gritó él.
Ella se apoyó en el marco de la
puerta de la cocina, y él levantó las frutas de su rostro.
— ¡Hey,
sí me viste!— rió él, y dejó las frutas sobre el
sillón— Ven aquí.
— ¿Para qué?— inquirió ella sin
moverse.
— Sólo ven.
Ella se separó de la pared, y caminó
lentamente hacia él.
— ¿Qué cosa?
Él la tomó de las manos, y le
acarició la piel, sonriéndole con esa sonrisa que sólo sabía poner con ella. La
mirada fija en sus ojos, oscuros, y sus mejillas que se ruborizaban adorablemente
cuando se avergonzaba…
— No hagas eso— dijo ella en voz
baja. Ahí estaba, se estaba avergonzando por cómo él la miraba.
— ¿Qué cosa? ¿Mirarte?
— Mirarme así…— contestó ella.
Él sólo rió, y acercó su rostro al de
ella.
— Me gustan tus ojos— susurró,
tomándola de la barbilla para que no bajara la mirada— Me gusta tu nariz. Me
gustan tus labios… Me gustas tú.
Ella sonrió, y se perdió un segundo
en los ojos de él, antes de sentir una presión suave y tibia sobre su boca.
Inmóvil, podía ver el rostro de él separado del suyo por milímetros, con los
párpados bajados. Sonriendo tímidamente, cerró los ojos ella también, y
entreabriendo la boca. Y cuando menos se dio cuenta, su labio superior había
sido atrapado por los de él.
— Listo— dijo él, separándose, y
acariciándole la mejilla con el pulgar.
— ¿Listo qué?— preguntó ella
confundida.
— Ya cumplí mi parte del trato— ella
le dio un golpe suave en el pecho, frunciendo los labios— ¿Pero te digo algo
más? Y eso no me lo vas a negar… Te quiero.
— Yo también— susurró ella, después
de unos segundos— Yo también te quiero.
Él le dio un abrazo fuerte,
descansando su barbilla sobre el hombro de ella, y ella apretó sus brazos
alrededor de la espalda de él. Reprimió una risita al pensar algo que jamás
admitiría en voz alta, porque le daba demasiada vergüenza. Si el pastel había
estado con mucha azúcar, había encontrado en los labios de Baek Hyun algo
mejor: el sabor en su punto, el dulce perfecto para ella.
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